“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte”. Efesios 2:8-9 (NVI)

La saga de Star Wars, muestra con claridad que sus personajes tienen un lado oscuro.

En realidad todos los seres humanos tenemos un lado oscuro con el cual lidiamos a lo largo de nuestra vida.

Ese lado oscuro se alimenta de situaciones de fracaso, pérdidas, carencias, heridas emocionales, y a mayor herida, mayor oscuridad.

Puede sonar muy feo y a nadie le gusta tener que reconocerlo, pero es necesario que reconozcamos que ese lado oscuro existe en todos nosotros.

El diablo lo sabe y lo utiliza para apartarnos de Dios, separarnos de todo lo que amamos y aún dividirnos de nosotros mismos.  Cómo?

Cada vez que queremos dar lo mejor de nosotros mismos y somos rechazados, traicionados, ninguneados, ignorados o menospreciados.  Cuando los resultados que esperábamos nos son adversos, cuando una enfermedad nos deja fuera de juego, o cuando una situación imprevista nos deja totalmente vulnerables.

Eso nos hiere y a partir de allí aflora nuestro lado oscuro maquillado de indiferencia, odio, revancha, y todo tipo de emociones negativas que dañan nuestra vida y la de otros.

Pareciera ser que cada vez que el diablo avizora cual puede ser el propósito de Dios para nuestras vidas, enfoca todas sus esfuerzos en destruir aquellos dones que Dios puso en nosotros para concretar Su plan.

Mediante situaciones que hacen que dudemos de nosotros mismos, de nuestro potencial, de nuestro valor, de nuestra inteligencia, de nuestras capacidades, nos volvemos inseguros, temerosos de que los demás nos descubran, oscuros.

Y esto es así porque somos una raza caída, marcada por el pecado. Pero Cristo Jesús al soportar la cruz, nos regaló su Gracia eterna.

Qué significa gracia?  Es un regalo inmerecido, no hay nada que podamos hacer para merecerlo y no podemos pagarlo, simplemente podemos aceptarlo con humildad y gratitud mediante la fe en Jesucristo nuestro eternal Salvador.

La próxima vez que aflore tu “lado oscuro”, en lugar de juicio por favor, aplícate gracia.  Cómo es eso?

En lugar de juzgarte y decirte: “soy un fracaso, no sirvo, no valgo lo que los demás piensan, soy un impostor, si la gente supiera quien soy en realidad” ….y todas las demás frases y agresividades con las que sueles reaccionar, toma un segundo y piensa cómo te trataría Cristo, quien no escatimó su vida para que tuvieras la oportunidad de salvarte y tuvieras así un propósito y una esperanza de vida.

Entonces en lugar de gritarte y maltratarte, ámate.  Perdónate cuando hayas fallado, aplícate gracia, se paciente contigo, trátate amorosamente.  Habla contigo palabras de ánimo, de consuelo, desata frases de bendición para tu vida.

Hoy no pude, pero me voy a preparar y ya lo voy a lograr.  Esto lo perdí, pero en el nombre de Jesús me voy a levantar y voy a recuperar mucho más.  Tal vez no sea brillante, pero pondré todo mi empeño en hacer lo mejor que me salga y estaré orgulloso de mi progreso.  Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. En mi debilidad el poder de Dios se perfecciona.  Aunque me siento débil, fuerte soy (en Cristo).

Aplicarte gracia no es algo sencillo pero, cuanto más lo ejercites, mejor te saldrá y cuanto más gracia te otorgues, sucederá que el enemigo dejará de tener poder sobre tu vida, tendrás una sana autoestima, no basada en tus méritos, sino en lo que Cristo dice de ti,  y eso te dará libertad de tus juicios, y entonces te animarás a ir por todo aquello que anhela tu corazón y  hacer realidad todo aquello que Dios puso en ti hacer.

“Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos”.

Hebreos 4:16 (NVI)

Señor Jesús, enséñame a tratarme con la gracia con la cual tu me amas y que pueda aplicar esa gracia a los demás. Te amo Jesús.