“—¡De Nazaret! —replicó Natanael—. ¿Acaso de allí puede salir algo bueno? …[hablaba de Jesús]” Juan 1:45 (NVI)
“[dijo Sambalat]—¿Qué están haciendo estos miserables judíos? ¿Creen que se les va a dejar que reconstruyan y que vuelvan a ofrecer sacrificios? ¿Piensan acaso terminar en un solo día? ¿Cómo creen que de esas piedras quemadas, de esos escombros, van a hacer algo nuevo?” Nehemías 4:2 (NVI)
“[Goliat le dijo a David] —¿Soy acaso un perro para que vengas a atacarme con palos? Y maldiciendo a David en nombre de sus dioses, añadió: —¡Ven acá, que les voy a echar tu carne a las aves del cielo y a las fieras del campo!” 1 Samuel 17: 43-44 (NVI).
Estas entusiasmado porque iniciaste un proyecto que significa mucho para ti. Es algo que implicará de parte tuya renunciamiento y esfuerzo. Ya lo tienes todo planeado y orado, y aunque estas determinado a lograrlo, eso no implica que no tengas dudas y temores o que te sientas vulnerable ante los demás, pero a pesar de eso estas decidido a avanzar.
Cada vez que te propongas llevar adelante tu propósito, te enfrentarás con oposición (enemigos) y rechazo. No permitas nunca que eso defina tu éxito en lo que te has propuesto.
La oposición y el rechazo más destructivos e inesperados, son los que provienen de tu interior o de aquellos a quienes amas o admiras. Si eres dependiente de las personas, es posible que permitas que ellas definan quien eres, cuanto vales, cuan inteligente eres, y hasta donde vas a llegar, o quien vas a ser en la vida. Incluso hasta como te vistes o comportas puede llegar a tener más que ver con agradar a otros, que a ti mismo.
Si tu sueño, meta o propósito provienen de Dios, tendrás que aprender a llevar todas tus dudas, cargas, angustias y frustraciones a Su presencia. La Biblia dice que Su poder se perfecciona en tu debilidad (2 Corintios 12:9), eso quiere decir que Dios no espera que seas perfecto y que lo sepas todo, El espera tu obediencia y tu fe, para darte identidad.
A pesar de la oposición y el rechazo, Jesús cumplió su propósito y hoy está reinando a la diestra del Padre. Nehemías edificó la muralla y llevó a todo el pueblo en adoración a Dios, y David derrotó a Goliat y se transformó en Rey. El Señor cambiará tus lágrimas y temores por valentía y determinación, te dará la sabiduría necesaria y podrás responder con paz a toda oposición y sobreponerte a todo rechazo.
Si Jesús es tu Señor, tu único techo y límite tiene que ser Jesucristo, no el de tus capacidades ni la aprobación de los demás. Pídele al Señor que desarrolle en ti la identidad de Hijo de Dios, que trabaje en tu interior, para que puedas vivir la plenitud de Cristo en tu vida!
“Señor Jesús, quiero vos seas mi único techo y límite, quiero vivir como Hijo de Dios y ver hechos realidad tus planes para mi vida. Te amo Jesús, amén”.