Propósito y adversidad

Escrito el 07/05/2021
Alejandra Bouchard


“Dios nunca cambia. Fue Dios quien creó todas las estrellas del cielo, y es quien nos da todo lo bueno y todo lo perfecto”. Santiago 1:17 (TLA)

Los principios sobre los cuales Dios basó el universo se cumplen para todos los seres humanos.  Nuestra sociedad está llena de historias de gente común que superando todos los obstáculos [oposición y rechazo], nos dejó un legado de perseverancia más allá de toda adversidad:

“-Su solicitud de admisión al doctorado no ha sido exitosa … y tampoco es elegible para el puesto de Profesor Asociado, … encontramos que sus supuestos son más artísticos que realmente Física-. Esta fue la respuesta que recibió Albert Einstein sobre su teoría de la relatividad, por parte del Director de Ciencia la Universidad de Berna”.

“-Su hijo está mentalmente enfermo y no podemos permitirle que venga más a la escuela-. Fue la nota que recibió una madre, quién se ocupó de allí en más de la educación su hijo, Thomas Alva Edison (a quien le debemos la luz eléctrica, la grabación del sonido y la cinematografía entre otros más de 1000 inventos)”.

“Steve Jobs, creador de Apple, no fue un niño deseado, y sus padres ni bien nacido, lo dieron en adopción”.

“Gracias a los cálculos de Katherine Johnson (matemática afroestadounidense), por primera vez pudo darse la vuelta a la Tierra desde el espacio y el hombre pudo llegar a la Luna.  Pasaron muchos años para que se reconociera e hiciera pública la importancia de su tarea. Fue en el 2015, a sus 98 años, cuando el presidente de EE.UU. Barack Obama la condecoró con la medalla presidencial de la libertad, la máxima condecoración civil de ese país”.

Es posible que el destrato, la falta de estima y el rechazo hacia tus ideas, por parte de quienes  consideras importantes para tu vida, te hayan vuelto inseguro.  Que no hayas sido amado y comprendido como lo necesitas llegando a sentirte muy solo e incomprendido, diferente, pero no han podido acallar dentro tuyo la necesidad de hacer realidad, aquello  que estás destinado a ser.  

Ni tu pasado ni tu presente te definen.  Deja de querer agradar y de oir a quienes ya no tienen autoridad en tu vida.  Crece en tu identidad de Hijo de Dios,  aceptando Su paternidad de amor perfecto en tu vida.  Cree que Jesucristo tiene el poder para cambiarlo todo en tu vida.

Camina confiado hacia el logro de tus objetivos, aprovechando con excelencia el único bien escaso que tienes en tus manos: tu tiempo, para hacer de tu vida un desafío único, que valga la pena ser vivido.  Persevera en la oración y en la lectura de Su Palabra, sabiendo que todo lo bueno viene de Dios y El proveerá todo lo que necesites para lograr la plenitud de tu vida.


“Señor Jesús, dame el poder verme como tu me ves. Yo quiero ser todo lo que tu dices que soy. Te amo Jesús, amén”.